sábado, 21 de agosto de 2010

PRINCESA MASSAI

La película nos narra la historia de Carola, una turista suiza que viaja con su pareja a Kenia, África, ahí Carola y su novio alemán conocen a un guerrero africano de la tribu Samburu. La protagonista queda atraída por este guerrero llamado Lemalian y decide quedarse en Kenia dejando ir a su novio.

 

Al principio, como espectador juzgas a la protagonista por esta decisión, y es que Carola y Lemalian conviven muy efímeramente.

Y dejar al novio con el que se decidió a hacer un viaje tan largo, no cualquiera lo haría.

En pocas palabras, más que amor, parece “una calentura” de parte de Carola quedarse a buscar a Lemalian, (no podemos negar, los cuerpos de los africanos son exóticos sexualmente para las europeas).

La película nos muestra un áfrica “muy real”; con sus mercados, con su gente corrupta, agresiva pero también otras que son trabajadoras, honestas y leales.

Vemos a las personas que aparentemente “no tienen nada”, ellas viven comiendo cereales, carne de cabra o bueyes.

La escena del camión que hace 13 horas de camino nos recuerda que así son las grandes distancias, lo mismo pasa en la sierra oaxaqueña (4 horas de curvas en una vagoneta tipo suburban), o en la India.

En Kenia, como en muchas partes del mundo, la pobreza “marca la línea de autobuses que debe haber”, en este continenete son camiones viejos, atascados de animales, gente y cosas en la parte superior del camión. Aun como turista el viaje es cansado, además de fastidioso si tomamos en cuenta las temperaturas que se dan en esa parte del mundo.

“La Princesa Massai” muestra como los seres humanos somos tan iguales pero a la vez tan diferentes, la raza humana parece obstinarse en marcar las diferencias y no epatar las similitudes.

Una frase la película que engloba esta idea, es la frase dicha por el personaje de Elizabeth, la otra mujer europea que vive alado de un keniano, que dice: “A veces la vida aquí es muy sencilla y a veces muy complicada. Aunque sigue siendo la misma vida”.

Somos los mismos seres humanos con necesidades sexuales, físicas, de higiene, de vida, pero a la vez somos diferentes por no tener la misma cultura, pero seguimos siendo los mismos seres de carne y hueso.
Dentro de esta cinta hay escenas que nos remiten a las cosas que tenemos en común.


Una escena interesante es ver al guerrero de la tribu Samburu, Lemalian tomar Coca Cola con Carola.

Y es que hemos dicho hasta el cansancio como la compañía refresquera norteamericana a invadido hasta el último rincón de la tierra haciendo que todo ser humano conozca y consuma el refresco burbujeante negro.

El largometraje nos hace reflexionar además como las mujeres en cualquier cultura están 10 escalones debajo de los hombres. Se marca que en la tribu de Lemalian no puede tener contacto con las mujeres, el personaje le explica a la protagonista que en el caso de ella esta regla no se da por tratarse de una mujer blanca.

El machismo y los celos enfermizos son característicos de la mayoría de las culturas, esto no es sólo por vivir en una tribu, el sureste mexicano, los árabes y hasta los mismos estadounidenses son celosos.

Es interesante el cruce de idiomas, Carola habla alemán y Lemalian su idioma nativo pero ellos dos se entienden en ingles, igual ella para pedir los tikets de autobús, comprar mercancía, todo, es en inglés el idioma universal aun en áfrica.

En toda la película vemos como Carola se quiere adaptar a la vida de la tribu a pesar de las diferencias culturales. Para nuestra mirada, lo que hizo Carola es vivir al extremo, sin una casa de cemento, sin comodidades del baño (taza, azulejos, regadera, lavamanos) televisión, y demás medidas de higiene como lavarse los dientes que no se ven que sean parte de la tribu africana.

La película nos aclara como se bañan y es notorio que las mujeres lo hacen muy a escondidas de la mirada de los hombres, mientras que los hombres lo hacen al aire libre entre varios y ante la mirada de muchos.

Otra de “las barreras culturales” que se marcan en la película es cuando Carola ve a Lemalian beber de la sangre de un becerro. Detalles que sorprenden a la mirada occidental.

Interesante el cómo en esa tribu se imparte la justicia con el pago de cabras.

La escena de la familia de Carola en Suiza nos regresa al contexto occidental, donde se come en la mesa, se bebe vino, “se viste bien”, sólo las mujeres tienen anillos y aretes.

Ahí Carola informa a su madre y familia que se quiere casar con su novio africano, no cualquier africano claro está, podríamos comparar esta escena con la de una lesbiana que le dice a su familia que se quiere casar con su pareja mujer. El shock cultural es parecido.

Otro aspecto delicado es cuando Carola se decide a poner una tienda como negocio, la pobreza genera que todos pidan crédito y hay una enorme lista de personas que son parte de la tribu que no pagan.

Existe discriminación en la propia Kenia por la misma raza negra. En la oficina de inmigración el policía negro no permite entrar a Lemalian y le dice que no lo dejará pasar hasta que se ponga pantalón, camisa y tire su palo de guerrero.

Interesante ver como el policía, que seguramente no tomo clases de cultura, discrimina, ya que ahora comprendemos que no es bueno ni malo cómo visten los de la tribu Samburu, (de falda), eso es sólo cultural, es parte de su cultura y ¿quién es apto para decidir qué hay que vestir o no?. Usar pantalón en este siglo, parece que es lo correcto.

En el sexo se nota una diferencia más entre los protagonistas de la historia, él es más salvaje, ella le enseña “hacer el amor muy occidentalmente”, tocándose, besándose y lentamente.

El personaje del mini jefe, una especie de sheriff del condado nos demuestra lo corruptos y prepotentes que son los representantes de la ley en áfrica, ya que este personaje abusa de su poder obligando a Carola a que su sobrino trabaje con ella.

El personaje del sacerdote católico es representado como egoísta, conchudo, incongruente. Egoísta porque protege su cultivo y demuestra que no está dispuesto a compartirlo con los niños, no ayuda a Carola.

Conchudo porque no se indigna ante “la castración femenina de una joven de 15 años”. Todo esto parece ser el padre, después creo yo, que se justifica la actitud de este cura, ya que hablando con Carola él dice no contradecir las tradiciones africanas y además explica que ve en Carola una mujer diferente a los otros turistas.

La actitud del sacerdote dentro de la trama me parce un poco injusta para la Iglesia católica, ya que se sabe que esta institución tiene miles de gentes trabajando en áfrica. El perfil del personaje refleja hasta cierto punto incongruencia ante la filosofía cristiana pero al mismo tiempo a alguien muy humano. Con defectos y virtudes.

Al parecer hay un final triste porque Carola no puede vencer las barreras culturales, pero me pone a pensar que no fue tanto el aspecto cultural, sino los celos enfermizos que todos los hombres pueden tener en todos los países y lugares del mundo, recordemos que el novio alemán de Carola celó a esta en el bar cuando bailaba con Lemalian.

La cinta nos hace reflexionar que es difícil entenderte con personas de tu misma cultura aun más entenderte con alguien que no es de tu mismo país y costumbres.

Pero que los problemas humanos (en este caso celos) son universales.

1 comentario:

  1. me encanto tu comentario, no se como llegue a esta pagina, pero me llevo a ver la pelicula, es fantastica y tus palabras muy adecuadas para enterderla.

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