*La autora es científica y Rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México
martes 17 de mayo de 2011
En el Excelsior
Hoy somos muchos los miembros de la UACM comprometidos con el gran trabajo que nos encomendó la sociedad. No aspiramos a la perfección, pero sí a la excelencia
El respeto a la decisión de suspender el embarazo y el reconocimiento de los matrimonios entre personas del mismo sexo coloca a la Ciudad de México entre las urbes del siglo XXI con una mirada más equitativa y humana; sin embargo tiene pendiente el reto de abrir más espacios para la formación de ciudadanas y ciudadanos críticos con conocimientos sólidos, capaces de construir una sociedad sin pobreza ni ignorancia. Apenas hace diez años, nuestra ciudad inauguró su Universidad, la Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Desde su inicio, se planteó como una institución alternativa que formara estudiantes con conocimientos humanistas y científicos, con conciencia de los problemas sociales y herramientas para trazar los mejores caminos para resolverlos. Tarea difícil en tiempos del apogeo de la mentira y la violencia. Para acometerla, se requiere de la convicción de que la universidad debe ser, por antonomasia, el espacio en donde crezca la brizna de hierba que irradie el verdor de esperanza que necesita el país; para lograrlo, necesitamos que la simulación y la autocomplacencia queden fuera de ella.
Los y las maestras son la piedra angular de esta tarea. No significa que sean los responsables únicos de la educación y, menos aún, de los fracasos que se tengan en algunos programas. Las instituciones deben proveer las estructuras para que se lleve a cabo la misión más importante de la sociedad: formar a las nuevas generaciones. Sin esto, la educación que necesitamos se vuelve tarea imposible por muy buenos maestros que se tengan.
En la UACM tenemos, además, el reto de crecer académicamente para responder con pertinencia y excelencia a los problemas de la ciudad.
Nuestro compromiso es convertirnos en una institución con capacidad científica, tecnológica, artística y humanista que responda con rapidez y efectividad a los fenómenos naturales que nos acechan, a la necesidad de vivienda y de mejorar el tráfico vehicular, la administración pública, las tecnologías, la salud y el medio ambiente, y a la permanente necesidad de crear arte, cultura y educación para todos y todas.
Reconocemos la crisis que estamos viviendo como producto del crecimiento y la necesidad de hacer correcciones en el camino. Hoy somos muchos los uacemitas comprometidos con el gran trabajo que nos encomendó la sociedad.
No aspiramos a la perfección, pero sí a realizar nuestra tarea con excelencia, poniendo nuestra inteligencia, capacidad y corazón.
El sábado, en un reportaje en Excélsior, se mencionaron a unos cuantos profesores-investigadores de la UACM miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), pero es una muestra muy pequeña: tenemos cerca de 100 miembros del SNI y también cientos de profesores que imparten docencia de alta calidad, aun cuando no estén en el SNI.
Hay profesores que no tienen licenciatura, sin embargo, esto se ha ido resolviendo, porque los propios maestros se están ocupando de obtener su título. Tenemos, como todas las instituciones, problemas con profesores con dobles tiempos completos, lo que ya ha sido abordado por el Consejo Universitario. Hacer que todos y todas cumplamos lo que marca la ley y el estatuto de la UACM es responsabilidad del abogado general y de la Contraloría General, no de la Rectoría.
La UACM está próxima a realizar su segundo Congreso, en el que la comunidad universitaria analizará la situación académica de nuestra institución, debatirá y planteará los caminos que hemos de seguir para consolidarla como una universidad de alto rigor académico, con un modelo educativo alternativo y generoso. Queremos que cumpla su destino como la gran Universidad Autónoma de la Ciudad de México, del país y de América Latina, pero requerimos unidad, compromiso y trabajo para construir la institución que anhelamos y que necesita nuestra ciudad capital.
miércoles, 18 de mayo de 2011
miércoles, 11 de mayo de 2011
“10 DE MAYO DEL 20011 UN TRIBUTO PARA LA PECAS” (1) por: Carlos Bernal
Por supuesto que existen mujeres inolvidables; una de ellas es mi suegra
El Borras
En el momento que un actor o actriz (casi siempre cómico o comediante) logra ser recordado más por el nombre de su personaje que por el real, tiene asegurada la inmortalidad, por lo menos en el medio del espectáculo y no muy pocas veces en el imaginario colectivo (Fernando Martínez Mendoza dixit).
Ejemplos hay muchos:
Capulina, Piporro, Cantinflas, Quico, Vitola, Resortes, Madaleno, El Borras, El Chavo, la mal agradecida Chilindrina
y la que hoy nos ocupa:
Leonorilda Ochoa Ochoa
la inolvidable Pecas (nacida en la Ciudad de México el 30 de octubre de 1939)
Creada por la genial pluma de Mauricio Kleif para uno de los mejores programas de la televisión mexicana:
Los Beberly de Peralvillo
Junto a Guillermo Rivas Rowllat el siempre bien recordado Borras, quizá sea la pareja más entrañable de la historia, tanto así que a 40 años de distancia, la seguimos recordando.
Ahí estaba La Pecas menudita, delgadita, con un tono de voz tan peculiar que en momentos podía ser desagradable, con cara y cuerpo de adolescente, queriendo y cuidando al buenazo del Borras.
No tuvo hijos (el personaje), pero su instinto maternal que era mucho, lo vuelca en sus parientes buenos para nada, que fueron invadiendo poco a poco la casa que compartía con el volante más famoso de esta bella capital.
Este escrito nació a raíz del excelente programa que le dedicó La historia detrás del mito conducido por Atala Sarmiento (sábado 23 horas Canal 13) y nos la volvió a recordar.
Como nosotros sí tenemos memoria y somos agradecidos con la gente que nos hizo reír y pasar momentos agradables, sólo podemos terminar este ensayo con un:
¡Hasta siempre Pequitas!
(10/V/2011) (CARLOS)
(1).- Está viva, pero tiene Alzheimer
domingo, 8 de mayo de 2011
Para este 10 de mayo
Aquí les comparto el mejor comercial argentino para este 10 de mayo, ojalá les guste
Twitteando con Joaquín López-Dóriga
Del Blog HAZME EL CHINGADO FAVOR.COM un usuario de Twitter con el nick de @camachisimo narra:
"Al terminar el partido donde las poderosas chivas derrotan al tigre en un buen partido, el Presidente Felipe Calderón mejor conocido por estos lares como FECAL, dio un mensaje que me llevo a pensar en muchas entradas que he leído en este H. Blog. Donde muchos mexicanos nomas comentamos, criticamos pero no hacemos nada por la situación".
"Me dispuse a hacer algunos comentarios para abordar el tema de la falta de entusiasmo de los paisas por creer que México puede cambiar si todos ponemos un grano de arena, si confiamos en que México puede ser ese país que todos deseamos. Al entrar a Twitter, quise ver que decían del mensaje del “preciso Calderas” y fue entonces que leí en un twit de Joaquín López-Dóriga @lopezdoriga1 lo siguiente":
ENCONTRADO EN: Hazme el chingado favor.com http://hazmeelchingadofavor.com/page/3/
fecha de consulta: 8 de mayo 2011
"Al terminar el partido donde las poderosas chivas derrotan al tigre en un buen partido, el Presidente Felipe Calderón mejor conocido por estos lares como FECAL, dio un mensaje que me llevo a pensar en muchas entradas que he leído en este H. Blog. Donde muchos mexicanos nomas comentamos, criticamos pero no hacemos nada por la situación".
"Me dispuse a hacer algunos comentarios para abordar el tema de la falta de entusiasmo de los paisas por creer que México puede cambiar si todos ponemos un grano de arena, si confiamos en que México puede ser ese país que todos deseamos. Al entrar a Twitter, quise ver que decían del mensaje del “preciso Calderas” y fue entonces que leí en un twit de Joaquín López-Dóriga @lopezdoriga1 lo siguiente":
ENCONTRADO EN: Hazme el chingado favor.com http://hazmeelchingadofavor.com/page/3/
fecha de consulta: 8 de mayo 2011
sábado, 7 de mayo de 2011
CRITICA DE LA PELICULA VICTORIO por: Carlos Bernal Romero
Para Irán Castillo
La más bonita de las mujeres eternas
Victorio (Luís Fernando Peña) es el típico MS (Mara salvatrucha) lleno de tatuajes y al igual que a José Alfredo para él la vida no vale nada, se mete a trabajar (cuidar) a Don Raúl (Manuel Ojeda), recomendado por Gregorio (Guillermo Quintanilla) y ahí conoce y se enamora de Gabriela (la eterna Irán Castillo), quien vive con Lulú (un travesti genialmente interpretado por Roberto Sosa). A partir que Victorio se va a vivir con ellas empiezan sus peripecias.
El principal problema de Vitorio es que tanto los personajes (El mara, la sidosa, el travesti, el capo y la madre alcohólica, una corcholata posmo) como las actuaciones de (Luis Fernando Peña, Manuel Ojeda, Guillermo Quintanilla y Carmen Salinas) y la música (raps que pretenden ser originales sin lograrlo) están completamente estereotipados y nos da la impresión que ya los hemos visto y oído en otras películas.
Los únicos que se salvan son Roberto Sosa que hace quizá el mejor papel de su vida, aunque su personaje se parezca a Gustavo Díaz Ordaz vestido de mujer y nuestra Irán Castillo, que en una escena con todo y sida, se ve como de 13 años.
La película la podríamos calificar como regular y sólo por la actuación de Sosa y la presencia de Irán, que, para fortuna de todos sus admiradores, todavía soporta sin parpadear un close up
Si no fuera por eso, resultaría mala por los estereotipos arriba mencionados, el infumable final, (consejo incluidos), cual documental de estudiantes de periodismo y la escena clave de la historia en que por robarse dos hotdogs, tienen que salir corriendo dejando sus cosas (con mínimo 10 mil pesos), que Gabriela le birló a Don Raúl, que por mucha ficción o mala suerte de los personajes, no resulta creíble.
Entonces Victorio (Alex Noppel 2009) es sólo para fans, como el que esto escribe, de Irán Castillo Pinzón, que nos vuelve a demostrar que es una mujer atemporal, para admirar toda la vida.
Para finalizar y un poco al margen de esta cinta, parafraseando al maese Joan Manuel Serrat en su canción Tío Alberto, le podemos decir a Luís Fernando Peña:
¡Qué suerte tienes cochino!
porque en Amar te duele (Fernando Sariñana 2002) es el improbable novio de Martha Higareda y nueve años después, la improbable pareja de Irán Castillo, que con todo y sida, él:
No es de la estatura de su vida
(7/V/2011) (CARLOS)
La más bonita de las mujeres eternas
Victorio (Luís Fernando Peña) es el típico MS (Mara salvatrucha) lleno de tatuajes y al igual que a José Alfredo para él la vida no vale nada, se mete a trabajar (cuidar) a Don Raúl (Manuel Ojeda), recomendado por Gregorio (Guillermo Quintanilla) y ahí conoce y se enamora de Gabriela (la eterna Irán Castillo), quien vive con Lulú (un travesti genialmente interpretado por Roberto Sosa). A partir que Victorio se va a vivir con ellas empiezan sus peripecias.
El principal problema de Vitorio es que tanto los personajes (El mara, la sidosa, el travesti, el capo y la madre alcohólica, una corcholata posmo) como las actuaciones de (Luis Fernando Peña, Manuel Ojeda, Guillermo Quintanilla y Carmen Salinas) y la música (raps que pretenden ser originales sin lograrlo) están completamente estereotipados y nos da la impresión que ya los hemos visto y oído en otras películas.
Los únicos que se salvan son Roberto Sosa que hace quizá el mejor papel de su vida, aunque su personaje se parezca a Gustavo Díaz Ordaz vestido de mujer y nuestra Irán Castillo, que en una escena con todo y sida, se ve como de 13 años.
La película la podríamos calificar como regular y sólo por la actuación de Sosa y la presencia de Irán, que, para fortuna de todos sus admiradores, todavía soporta sin parpadear un close up
Si no fuera por eso, resultaría mala por los estereotipos arriba mencionados, el infumable final, (consejo incluidos), cual documental de estudiantes de periodismo y la escena clave de la historia en que por robarse dos hotdogs, tienen que salir corriendo dejando sus cosas (con mínimo 10 mil pesos), que Gabriela le birló a Don Raúl, que por mucha ficción o mala suerte de los personajes, no resulta creíble.
Entonces Victorio (Alex Noppel 2009) es sólo para fans, como el que esto escribe, de Irán Castillo Pinzón, que nos vuelve a demostrar que es una mujer atemporal, para admirar toda la vida.
Para finalizar y un poco al margen de esta cinta, parafraseando al maese Joan Manuel Serrat en su canción Tío Alberto, le podemos decir a Luís Fernando Peña:
¡Qué suerte tienes cochino!
porque en Amar te duele (Fernando Sariñana 2002) es el improbable novio de Martha Higareda y nueve años después, la improbable pareja de Irán Castillo, que con todo y sida, él:
No es de la estatura de su vida
(7/V/2011) (CARLOS)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)