jueves, 25 de mayo de 2017

ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO DE LA PELÍCULA "Un Rincón cerca del cielo" Por Gianfranco Fuscaldo Albino

Esta cinta estrenada en 1952, pero ambientada para la época de mediados de los cincuenta, tiene su "epicentro" de análisis la pobreza.

Después vienen otros temas, pero no por secundarios faltos de importancia:

*El individuo que no pierde la fe en Dios aún siendo paupérrimo.

*La ambición que nos lleva a hacer cualquier cosa con tal de salir de la miseria.

*La desesperación que causa tener un familiar enfermo y no tener economía para comprarle medicinas, hasta llegar a poner a prueba (en la historia) la vieja frase:

“Cuando la pobreza entra por la puerta el amor sale por la ventana” 

"Un rincón cerca del cielo" es una película mexicana dirigida por Rogelio A. González, protagonizada por Pedro Infante, Marga López, Andrés Soler y Silvia Pinal.

Hacer un análisis sociológico u antropológico de este trabajo cinematográfico nos reta a definir qué es la pobreza, pero en especial "la pobreza citadina"; la que te obliga a trabajar de limpia-parabrisas, de chalan, de payasito de barrio, de vendedor ambulante.

Una teoría que maneja el director y el guionista Gregorio Walersteiny en "Un rincón cerca del cielo" es; que podemos estar muy pobres, pero si tenemos amor, salud y familia podemos, y tenemos que estar agradecidos con Dios, y tarde o temprano si no salimos adelante con nuestras penas por lo menos la vida se hará más llevadera.

No quiero ser puritano, pero tampoco caer en el cliché de atacar la fe (esa, la de los pobres) por tan solo atacarla,porque apoyo el discurso juedo-cristiano de que Dios es el que da la prosperidad, el que da la vida y la quita; el que nos apoya cuando la billetera se vacía; no sé cómo, pero la multiplicación de los panes sí se llega a dar y hay varios casos.

En la cinta es conmovedor, y nos deja con un nudo en la garganta cuando el personaje interpretado por Marga López (en el quizá papel y escena más dramático de su carrera) habla con Dios para, a regañadientes, entregarle a su hijo muerto

De igual manera, se debe resaltar en el mismo plano-secuencia cuando el personaje de Pedro González (Pedro Infante) en una especie de reclamo le ora a Dios diciendo:

“¡Dale hijos a los ricos y a los pobres mátalos!”

La cinta se vuelve un clásico del Cine de Oro Nacional porque está bien contada, no es obvia como La Rosa de Guadalupe, ni tampoco hay escenas “de a gratis”. El relato fluye sin que el director nos tenga que explicar las hechos; es decir, que las escenas hablan por sí mismas y no hay diálogos explicándole al espectador lo que está ocurriendo.

Reflexiono con la premisa de la cinta en la que el matrimonio tiene que ser llevado con amor pero, cuando el dinero falta, ¿es necesario solo éste para que la familia no se hunda? ¿Es el dinero 100% responsable de la vida y salud de las personas? ¿Con dinero "la vida es un dulce que se disfruta" sin estrés?

Además me pregunto:

¿Todos los hombres deben ser los proveedores del hogar? ¿si no es así el hombre no es hombre?

No podemos criticar la cinta en nuestro tiempo y contexto, eso sería un anacronismo de nuestra parte.

Hoy el personaje de Pedro nos parecería un machista pero debemos entender la obra está escrita en su tiempo y en su espacio. 

La única religión que “existía” en México era la Católica y por ende en la película solo vemos oraciones a un Dios Judeo-Cristiano único y todopoderoso.

Este gran producto cultural nos invita "a ver el vaso lleno o medio vacío", porque el final lo podemos ver trágico o esperanzador, eso depende de la mentalidad de cada uno. Al final Dios les concede otro hijo que se convierte en un consuelo para la pareja.

La escena donde el personaje de Pedro Infante roba, es una de mis favoritas, porque si nos ponemos del lado del protagonista querremos que triunfe en su delito, que no lo agarre la policía, que llegue a su casa con el medicamento deseado para que su pequeño y tierno niño se salve.

Es el México de los 50 pero también el de todas las épocas; donde hay que vivir en un cuarto de vecindad para salir adelante, donde hay que pedir fiado, lavar ajeno, comer frijoles y nunca probar carne "para ahorrar".

En "Un rincón cerca del cielo" los pobres ayudan a los pobres, los ricos no aparecen, solo porque Pedro asalta a un potentado borracho (Antonio Aguilar) que se encuentra por la calle.

Silvia Pinal es una de las actrices secundarias y ahí demuestra por qué llegó a ser la diva del cine nacional. En una especie de "Rubí"; La Pinal nos demuestra que eso de sacarle el dinero a lo hombres viejos y ricos por parte de las mujeres bonitas es tema de todas las épocas y ha funcionado en la literatura, en el cine, teatro y televisión.

A sus veinte años Silvia Pinal se codeó con el gran Pedro Infante, con Marga López y con Andrés Soler.

Es "Un rincón cerca del cielo" la cinta que todo mexicano debe ver por lo menos una vez en la vida para entender que todos podemos llegar a caer en nuestras propias contradicciones si el dinero y la austeridad así nos llegaran a orillar.

3 comentarios:

  1. Esa pelicula se me hace mas triste que Ustedes los Ricos, mas dura. Y mejor actuada por Pedro

    ResponderEliminar
  2. Es un clásico qué en verdad
    Te llega al Alma. Gran Historia y muy buenas actuaciones

    ResponderEliminar
  3. ,,,,,"Señor, gracias te doy por haberme hecho pobre y desdichado, porque atraves de mis lágrimas y mi pobreza Te he Encontrado, la miseria no era está (su pobreza) , sino la que yo traia en mi corazón /" ,,,,Digna película para unos cuantos "Premios Oscar"! que la verdad para mí esos premios le quedan cortos a esta Gran película, para n mi humilde opinión.

    ResponderEliminar